50 profesores e investigadores universitarios, en su mayoría especialistas en geología e hidrogeología, han formulado un documento de alegaciones contra la extracción de gas y petróleo mediante la fractura hidráulica en el interior de Castellón. Los especialistas, encabezados por el Doctor y catedrático de Geología de la Universidad de Zaragoza, José Luis Simón, han formulado su oposición a los tres permisos solicitados en la provincia de Castellón, que afectarían a 41 términos municipales.
Entre los firmantes se encuentran profesores de la Universitat Jaume I, Universitat de València, Universidad de Alcalá de Henares, Universidad de Sevilla, Complutense de Madrid, Universitat d'Alacant... entre otras.
En el documento exponen que la fractura hidráulica "es una técnica muy agresiva de explotación de hidrocarburos no convencionales (...) cuyo elevado impacto medioambiental ha sido puesto de manifiesto en recientes informes encargados o elaborados por instituciones europeas o prestigiosos centros de investigación como el Tyndall Centre. Incluso organismos de la administración americana como la US Government Accountability Office han elaborado estudios de los que se derivan resultados críticos similares".
Los firmantes se oponen a la fractura hidráulica en el Maestrat porque requeriría "el consumo de grandes cantidades de agua, en torno a 15.000 metros cúbicos por cada operación de fracking. Estas cantidades de agua bien habrían de ser detraídas de los recursos subterráneos locales o habrían de ser transportadas en camiones cisterna". Así mismo consideran poco realista "el uso de salmuera residual de plantas de desalación marina por ósmosis inversa. Eso sólo contribuiría a agravar los problemas de contaminación de los acuíferos".
Además alertan que la fractura hidráulica puede contaminar el subsuelo por la acción de aditivos químicos nocivos, muchos de los cuáles no se dan a conocer al pesar sobre ellos la protección de patentes industriales. "En condiciones normales de operación el agua de inyección no recuperada que queda en el subsuelo, entre el 20% y el 80%, produciría la contaminación directa del agua subterránea, y de ahí la de manantiales, aguas superficiales, abastecimientos urbanos y agropecuarios" certifican los expertos. Por otra parte inciden en el difícil tratamiento medioambental de estas aguas contaminadas, que también pueden llegar a contaminar el aire. A esta contaminación cabe añadir la producida por metales pesados que pueden llegar a acuíferos cercanos a la superfície.
Otro impacto negativo de la fractura hidráulica llegaría por el propio gas explotado, que, según relatan los expertos, "puede migrar por conductos incontrolados hasta contaminar acuíferos o hacia la superfície. Las experiencias obtenidas en Estados Unidos muestran que tales fugas son muy frecuentes, y han llegado a causar contaminación severa del agua de abastecimiento e incluso explosiones en edificios residenciales".
-Laguna legal
En Estados Unidos la fractura hidráulica está plenamente implantada, no así en Europa. De hecho los expertos alertan que no existe una normativa legal específica que regule este tipo de prácticas. "No existe en Europa una normativa detallada, exhaustiva y accesible públicamente del marco regulatorio de esta actividad, y subraya la necesidad de que ésta se desarrolle. Se reclama, de modo particular, que sea revisada la Directiva Marco de Aguas para que los abastecimientos de agua potable queden adecuadamente protegidos, y propone que se prohíba del uso de químicos tóxicos o, al menos, que se revele obligatoriamente la composición exacta de los mismos" han reseñado.
-Impacto directo en Els Ports-Maestrat
Los especialistas en geología han incidido en el impacto "extremadamente alto" que puede provocar la fractura hidraúlica en Els Ports y el Maestrat. Relatan en sus alegaciones que "la topografía agreste haría dificultosos los accesos y las operaciones en los eventuales pozos de extracción, multiplicando el impacto de los movimientos de tierras y la ocupación de suelo. El deterioro del territorio y del paisaje serían, por todo ello, muy acusados".
Teniendo en cuenta la orografía de Els Ports y el Maestrat los expertos han apuntado que la evolución de las explotaciones en Estados Unidos invitan a la reflexión. Remarcan que "cabe preguntarse cuántos años llegaría a perdurar el supuesto desarrollo económico en un área como el Maestrat y Els Ports, en la que el volumen de recursos es seguramente mucho menor que en cualquiera de las formaciones mencionadas en Estados Unidos"
-Acuíferos
El documento de alegaciones ofrece datos exhaustivos sobre cómo afectaría la fractura hidráulica a los acuíferos del Maestrat. Denuncian que en las explicaciones geológicas que realiza la empresa no incluyen con detalle los acuíferos de la zona. Alertan que el acuífero del Maestrazgo se extiende por Els Ports, Alt Maestrat, Baix Maestrat e incluso Torreblanca y Orpesa. Remarcan que el acuífero tiene "su almacén principal en las formaciones calcáreas del Jurásico (particularmente en las calizas y dolomías del Jurásico inferior), y se extiende hacia arriba ocupando otras formaciones del Jurásico medio-superior y Cretácico". Todas estas formaciones están contiguas a aquellas otras del Jurásico en las que existen indicos de hidrocarburos, y en las que probablemente se centraría la exploración, según informaciones transmitidas a la prensa por la compañía solicitante. Según los alegantes, “las probabilidades de conectividad hidráulica entre la red de fisuras provocadas por fracking y las formaciones que albergan el agua subterránea son, por consiguiente, muy elevadas".
Una de las principales conclusiones es que "la explotación de hidrocarburos del Jurásico en el Maestrazgo mediante fracking provocaría que tanto el gas que pudiera evacuarse de las rocas que lo almacenan como los fluidos de inyección con todo su cortejo de aditivos químicos contaminantes se propagasen a los acuíferos y éstos acabasen seriamente contaminados".
Poblaciones como Forcall, Morella, La Mata de Morella, Olocau, Sorita del Maestrat, Catí, Xert o Albocàsser se abastecen de pozos situados a más de 400 metros de profundidad, e incluso llegando a los 1.100. Así mismo la descarga del acuífero hacia el mar se produce en zonas como Albossebre, la Sierra de Irta o Peníscola, que también podrían verse afectadas por la contaminación de productos químicos.
Los expertos consideran que hay argumentos científicos de peso para denegar los permisos de investigación a la empresa Montero Energy.
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